¡Yo soy Dios!

Te invito a que te sientes aquí conmigo
y medites en la quietud de tu ser,
permite que tu alma descanse serenamente,
deja atrás tus problemas y preocupaciones,
escucha mi voz amorosa, regocíjate en
confiarme toda tu existencia, y yo te
colmaré con todo bien.
Permite que yo esté completamente a cargo,
ten presente que cuando me entregas todas
tus preocupaciones, yo las recibo con amor
y con infinita comprensión.

Yo te aseguro que para cada problema,
Yo soy la solución,
para cada necesidad,
Yo soy la provisión,
para cada plegaria,
Yo soy la respuesta.
Suelta y deja ir, confía en mí desde
lo más profundo de tu alma, ten la
seguridad que aquellas cosas que me
has encomendado, yo las puedo lograr;
ábrete a recibir un caudal de vida,
un caudal de amor, un caudal de sabiduría,
salud perfecta y paz mental.

Porque bienaventurados son aquellos
que creen aun sin haber visto, Yo
soy Dios, el Altísimo que está en
medio de vosotros, al estar consciente
de mi presencia, habrá armonía en los
más íntimos detalles de tu existencia,
nada se me olvidará, hasta las cosas
más difíciles se han de resolver,
dentro de un plan divino y perfecto.

Clama a mí y te responderé, tu llorarás
y yo diré: ¡Aquí estoy!... pídeme que
yo acuda y te quite el miedo, o alguna
condición en particular, y yo lo haré,
Yo soy el consuelo de los acongojados,
Yo respondo a tu llamada, y escucho tus
suspiros, Yo te guío en justicia, y hago
que tu camino sea recto.

Yo te consolaré y reemplazaré tus
sufrimientos con alegría, porque mi
espíritu que mora en ti, es mayor que
cualquier circunstancia en tu vida;
permíteme ungirte con mi luz, deja
que mi rostro te envuelva, Yo soy la
respuesta a tus suplicas, ciertamente
con alegría saldrás y tendrás paz.

Mi amor elimina toda expresión de
esfuerzo de tu rostro, y suaviza tus
arrugas convirtiéndolas en frescura
y felicidad, mi gozo lava todo
sufrimiento y pesadumbre de tu existencia,
Yo seco toda lágrima, remuevo todo error,
me olvido de tus faltas en el pasado,
estès sin mancha o imperfección;
mirad, Yo soy el purificador, Yo soy
el consuelo sagrado, Yo soy tu ayuda.

Soy yo quien sostiene tu vida, si
necesitas claridad de pensamiento, en
cuanto lo que debes o no debes hacer,
deja a un lado todo tipo de ansiedad,
declara en silencio que mi sabiduría es
tu guía, y que mi amor por la armonía
es el principio que rige en tu vida,
Yo te instruiré y te mostraré el camino,
Yo te aconsejaré y velaré por ti,
Yo te guiaré por senderos que no has
conocido, Yo seré tu luz en medio de
la tiniebla. Yo haré rectos los caminos.

Todas estas cosas yo haré por ti y no
te abandonaré, es mucho lo que puedes
lograr cuando oras efectivamente,
cuando tu mente habita en mi, operas
dentro de una área que no conoce de
limitaciones humanas, ahí solo piensas
en términos del mayor bienestar, no
hay limitaciones o restricciones,
sólo hay plenitud, nada es imposible
para mí, y en la medida que estés
unido a mí, nada será imposible para ti.

El lugar donde te encuentras es tierra
santa, ¿a dónde puedes escapar de mi
espíritu? si bajas a las profundidades
de la tierra, ahí estoy, si andas en
valle de sombras de muerte, ahí estoy;
no estás solo, no estás abandonado,
Yo estoy donde tu estás, no tienes que
buscar para encontrarme, Yo no estoy
perdido, tú no estás perdido, no te
he perdido, sólo un mero susurro y
contestaré tu llamada, Yo soy Dios
y te amo, Yo estoy aquí.

Clama mi nombre y yo te salvaré, Yo
escucho tu voz, Yo te libero de tus
enemigos y te ofrezco paz, que no se
turbe tu corazón, tampoco tengas miedo,
porque yo soy el señor tu Dios, ven a
mí con fe y entrégame tus cargas y
preocupaciones, déjame limpiar tu corazón
y te liberaré de duda y temor.

A veces pudieras sentirte débil e incapaz
de enfrentarte a la vida y sus
responsabilidades; piensas que llevas
unas cargas que son muy pesadas para ti,
¿será que no has escuchado mi mandato?,
esfuérzate y cobra ánimo, no temas ni
desmayes, porque yo estoy contigo,
dondequiera que estés, llama y yo te
contestaré, y te hablaré de grandes cosas,
de las cuales aun no sabes.

Porque todo lo que pidas en oración,
creyendo que lo recibes lo recibirás,
Yo estoy contigo y estaré contigo,
inclusive hasta el final de los tiempos,
rinde tus cargas a mis pies, suelta
tus preocupaciones, teniendo la
seguridad de que el bien está encarnado
en ti y envuelve todo tu ser.

Espera por mí en el silencio, así
conocerás mi divina presencia,
aquiétate ante mí para que estés
consciente de mi amor; aquietarse va
mas allá de simplemente cesar toda
actividad, significa calmar tu mente,
tu cuerpo y tu espíritu, para que
puedas sentir mi presencia.
Estoy cerca de ti, más cerca que tus
manos o tus pies, más cerca que tu
aliento, estad quietos y conoced que...
¡Yo soy Dios!

...Siguiente
Volver a Oraciones
Volver a la Página Principal
|
|
|