no sólo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo. Te quiero, no sólo por lo que has hecho de ti, sino por lo que estás haciendo por mí. Te quiero por poner tu mano en mi corazón colmado, y pasar por alto todas las cosas débiles, tontas, que era inevitable ver allí. Te quiero porque tú me estás ayudando a hacer de la manera de mi vida, no una taberna, sino un templo. De todos los días, no un reproche, sino una canción. Te quiero porque has conseguido lo que nadie pudo haber hecho para hacerme bueno, y lo que ningún destino pudo haber hecho para hacerme feliz. Tú lo has hecho, sin un toque, sin una palabra, sin una señal. Por: Roy Croft Volver a Poemas Volver a la Página Principal |