

La mayoría de las personas tienen la extraña
tendencia a callar las cosas lindas que
sienten por los demás.
A veces porque se dan por sabidas, a veces por
vergüenza, a veces porque se supone que
exteriorizar los sentimientos es signo de
debilidad y, seguramente, debe haber muchas
supuestas causas más. A veces se reprimen
las emociones ante cosas lindas.

¿Por qué? ¿A qué se le teme? Lo triste es que
para expresar el desagrado, la ira, el enojo,
el desencanto y otras sensaciones negativas
generalmente no existen las mismas limitaciones.
El ser humano debería revertir estos mecanismos,
y así poder liberarse de fútiles ataduras que
solo conducen al desencuentro y a la
incomunicación. Y poder expresar las cosas
lindas que uno siente por los demás. . .
y dejar que esas cosas broten como debe ser:
Espontaneamente.

Porque es realmente triste que surja la necesidad
de expresar los sentimientos cuando ya es
demasiado tarde.
Porque esas palabras que no se pudieron decir
forman un nudo en la garganta del cual no
podremos desembarazarnos jamás. Y surgirán
remordimientos, cargos de conciencia y
arrepentimientos.
Y todos sabemos lo difícil que es lidiar contra
ellos. Pero tengamos en cuenta que evitar todo
esto está al alcance de nuestras manos.

Digámosle a quienes queremos lo lindo de las
cosas que sentimos por ellos. . . dejemos aflorar
sin trabas nuestras emociones.
Así, ninguna asignatura pendiente perturbará
nuestro futuro.
Graciela De Filippis

Volver a Mensajes
Volver a la Pàgina Principal
|
|
|
|