
Oración de la Serenidad
  
Señor, concédeme:
FORTALEZA
Para aceptar con serenidad
las cosas que no pueden ser cambiadas.
VALOR
Para cambiar las cosas que pueden
y deben ser cambiadas
SABIDURÍA,
Para distinguir la diferencia.
Viviendo un día a la vez,
disfrutando un momento a la vez;
aceptando las adversidades como un camino hacia la paz;
pidiendo, como lo hizo Dios, en este mundo pecador
tal y como es, y no como me gustaría que fuera;
creyendo que Tú harás que todas las cosas estén
bien si yo me entrego a Tu voluntad; de modo que
pueda ser razonablemente feliz en esta vida e
increíblemente feliz Contigo en la siguiente. Amen.”
  
¿Qué significa?
Esta hermosa oración fue escrita por un hombre
llamado Reinhold Niebuhr en 1943.
Las palabras tienen un significado especial para
aquellos que están “buscando paz” en tiempos de agitación,
desesperación o incertidumbre en sus vidas.
Esta oración ha sido asociada con los programas
de 12 pasos ofreciendo fortaleza y calma mientras
se persigue una vida más estable.
Primero, al decir estas palabras, estamos reconociendo
la existencia de Dios y que Él es verdaderamente el
único que puede traernos paz interior a pesar de las
circunstancias caóticas. Su presencia maravillosa en
nuestras vidas nos trae la serenidad que no podemos
encontrar en ningún otro lugar. Hay un verso en la
Biblia que dice que la paz de Dios sobrepasa todo
entendimiento humano:
  
“Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
(Filipenses 4:7).
  
Hasta que permitamos que la “paz de Dios” entre a nuestra mente,
nuestro corazón, y nuestra alma, nunca experimentaremos aquella
paz suprema que desafía las circunstancias más severas de la vida.
Está oración continúa hablando de aceptación, valor y sabiduría.
Todo conlleva a pedirle y permitirle a Dios que nos dé estas cosas.
En otras palabras, es rendirse a Él.
La segunda parte nos recuerda que nuestra confianza debe
estar en Dios para arreglar las cosas, reconociendo que
generalmente no tenemos un control real sobre los sufrimientos
en este mundo pecaminoso o las acciones de otros. Confía en Él
y vive un día a la vez, disfrutando de cada momento.
  
¿Cómo la pongo en práctica?
La perseverancia y los éxitos no nacen de los buenos tiempos.
Nacen de las pruebas.
1 Pedro 4:12 dice “…no os sorprendáis del fuego de prueba que
os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese…”
La Biblia nos dice que pasaremos por pruebas y que el pasar por
ellas es lo que nos fortalece. En nuestros tiempos de debilidad,
aprendemos a depender del poder de Dios y Él se deleita grandemente
cuando confiamos en Él. Todos deseamos ser necesitados y queridos.
Dios desea esto de nosotros también. Él quiere que nos volvamos a Él
y confiemos en Él.
Cristo Jesús es fiel; podemos descansar en Él,
confiando siempre en Él por el resultado.
No siempre entendemos el por qué de las cosas que pasan
y no siempre necesitamos entenderlo.
Jeremías 29:11 dice, “Porque Yo sé los pensamientos que
tengo acerca de vosotros, pensamientos de paz y no de mal,
para daros el fin que esperáis.”
Y en Hebreos 13:5, Dios dice que nunca nos dejará o abandonará.
Nunca es un largo tiempo… Él siempre está ahí para nosotros si
venimos a Él.
Jesús dijo, “Venid a mí todos los que estén trabajados y cargados,
y yo os hare descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended
de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso
para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”
(Mateo 11:28-30).
En estas escrituras podemos ver la importancia de la última frase
de la oración por serenidad. Si nos rendimos a Él, podemos ser
supremamente felices en Él, en esta vida y para siempre.
  
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