
Salmos 1

Los dos caminos.
Lo que uno siembra en su vida, lo habrá de cosechar .
Los que observan la ley de Dios tendrán la felicidad en esta vida
y en la otra.
Los que la rechazan no prosperarán.
Este primer salmo nos habla de la felicidad,
al igual que el primer discurso de Jesús que comenzará con:
¡Dichosos!

1 Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados,
ni sigue el camino de los pecadores
ni se sienta en la junta de burlones,
2 mas le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día.
3 Es como árbol plantado junto al río,
que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde.
Todo lo que él hace le resulta.
4 No sucede así con los impíos:
son como paja llevada por el viento.
5 No se mantendrán en el juicio los malvados
ni en la junta de los justos los pecadores.
6 Porque Dios cuida el camino de los justos
y acaba con el sendero de los malos.

Este Salmo de la Biblia habla de las dos diferentes maneras
en que puede afrontarse la vida.
Los hombres que siguen y practican los mandatos,
y los que meditan.
Y los que siguen el camino de los impíos cometiendo
los mismos errores o consejos que les llevan por el mal camino.
El autor de este Salmo identifica a los impíos con
aquellos que siguen su voluntad en lugar de los
mandamientos divinos.
En este Salmo se compara al justo con el árbol
que toma el agua de un arrollo limpio y puro,
y por tanto, da frutos en todas las épocas.
En cambio, compara al impío con la paja
que se lleva el viento. No se asienta en ningún lugar,
no tiene firmeza y al final resulta inconsistente.
Dos formas distintas de vivir,
en la que una lleva directamente hasta Dios nuestro Señor,
y la otra directamente a la confusión y el mal camino.

...Siguiente
Volver a Oraciones
Volver a la Página Principal
|
|
|