Mateo 11:29



Escuchad lo que nos dice el mismo Señor:
“Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón,
y encontraréis el descanso para vuestras almas”
Mateo 11:29.




He aquí que, de manera breve, con una sola palabra,
nos muestra la raíz y la causa de todos los males,
junto con su remedio, fuente de todos los bienes.

Nos enseña que lo que nos hace caer es:

la soberbia,

y que no es posible alcanzar misericordia sino por:

la humildad,

que es la disposición contraria. De hecho,
la soberbia engendra el desprecio
y la desobediencia que conduce a la muerte,
mientras que la humildad engendra obediencia
y la salvación de las almas: yo entiendo la verdadera humildad,
no como un rebajarse de palabra y en actitudes,
sino como una disposición verdaderamente humilde
en lo más íntimo del corazón y del espíritu.
Por esto dice el Señor:

“Yo soy manso y humilde de corazón”.

El que quiera encontrar el verdadero descanso para su alma
que aprenda a ser humilde.




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