La Bondad
del amor. Cuando eres bondadoso con los
demás, expresas con palabras y actos que
los comprendes y te preocupas por ellos.
No estás cediendo o renunciando a tus
bienes más preciosos cuando eres bondadoso
contigo mismo o con los demás. Pero,
quizás bajo algunas circunstancias, ser
bondadoso podría requerir que renuncies a
los deseos de tu ego, a fin de procurar el
mayor bien para todos en ese instante.
En tanto la compasión y el amor pueden ser
los sentimientos internos, su manifestación
y actividad externa es la benevolencia.
Experimentamos tal serenidad al actuar con
benevolencia que desaparece la tensión de
la esperanza. Surge un sentimiento de
gratitud al saber que la misma bondad un
día habrá de volver, cuando más la necesites.
En la expresión de la bondad se encuentra
estabilidad y fortaleza, pues se requiere
de valor para suspender toda crítica y
juicio. Y se suscita en el interior tal
expansión del amor, que hace que los
MILAGROS ocurran con más facilidad. No
vaciles en ser bondadoso contigo y con
los demás. El amor, la compasión y el
estado de conciencia que provienen de ser
bondadoso son piedras preciosas en la
corona de tu vida.
del libro:Sanemos nuestra vida
Louis L. Hay
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